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My drug is football (camiseta Torneo 2015)

Al alcohol, al tabaco, los porros, las drogas blandas, las duras… Las tragaperras, las cartas, el juego… Incluso modernidades como el gimnasio, los videojuegos, el móvil, las redes sociales o cualquier idiotez que inventen. En la sociedad hay gente enganchada a todo lo que te puedas imaginar, cada uno a lo suyo, o incluso a todo a la vez. Vicios y más vicios que se llevan nuestra salud, tiempo y dinero. Lejos de escapar de ello, nosotros también somos unos enganchados, unos esclavos del vicio, pero de todas las drogas que existen solo hay una que jamás querremos abandonar, una de la que no hay forma de desengancharse porque nos sentimos felizmente atrapados: My drug is football, mi droga se llama Rayo Vallecano.

Desde aquellos primeros pasos con una pelota en los pies a comprar ahora el primer balón para nuestros hijos. En homenaje a tantos años en torno a un balón, a un deporte que es mucho más que es eso, es una forma de vida. Nuestro mayor de los vicios merecía una camiseta así, un diseño sencillamente espectacular que ya se encuentra entre los mejores de nuestra historia.

¿Cómo la clásica camiseta negra, a una sola tinta, puede quedar tan brillante? Poniéndole al talento de diseñar toneladas de pasión, la misma con la que vivimos nuestro deporte, nuestro equipo, nuestro grupo. Ha quedado tan bien que es una realdiad que se va a vender como churros, en las previas, en la grada, en la venta on line a través… ¡Pues no! Este camisetón no está a la venta. ¿Y para qué la publican entonces? Primero para alabar el trabajo de quienes sitúan a Bukaneros en lo más alto en cuanto a material temporada tras temporada y en segundo lugar para haceros saber a todos lo que os habéis perdido. La camiseta cumple un antiguo deseo de sacar un material exclusivo para el clásico Torneo anual del grupo. Por fin nos decidimos y a la vista está el resultado.

Son muchos los afortunados que ya la lucen y que, además, se hicieron con ella al tan asequible precio de 8 euros. Inmejorable recuerdo de un día de goles y paradas, de pases al hueco o a la grada, de risas y compañerismo en torno a un balón. Ayer, hoy y siempre, orgullosos de ser futboleros, de esta droga llamada pasión.